La medicina es de esas carreras en las que te tienes que mantener constantemente actualizado para poder ofrecer atención de calidad, y a los médicos nos enorgullece bastante ser el gremio que “no deja de estudiar”. ¿Quieres ayudar a tus pacientes y darles la mejor atención? Debes estudiar, no hay de otra. Esto porque es normal olvidar cosas. Nuestra memoria es muy falible, y así como nos costó adquirir el conocimiento (curva de aprendizaje), perderlo sólo es cuestión de tiempo (curva de olvido).
La mayoría de las personas disfruta mucho aprender cosas nuevas, es divertido y te deja una gran satisfacción adquirir nuevas habilidades. La mayoría de las personas no disfrutan de estudiar. Ya cuando toca sentarse a leer el nuevo artículo, el libro de referencia, la nueva guía, no todos disfrutamos con la misma intensidad como cuando estás practicando tus habilidades quirúrgicas o clínicas. Para ser un gran médico se necesitan de ambas partes, ya que estas se complementan. Es decir, necesitamos primero adquirir el conocimiento conceptual para después ponerlo en práctica.
Les seré honesto, después de terminar la carrera ya estaba harto de ponerme a leer tantos textos y memorizar información para pasar exámenes. Mi relación con el estudio se vio dañada al punto en el que ya sentía ansiedad de tan sólo pensar en sentarme a ponerme a estudiar. Tantos años de relación abusiva me dejaron con sentimientos de amor-odio, en los que amaba el conocimiento médico pero no la parte de adquirirlo. Amigos, para ser grandes médicos, debes enamorarte del proceso del gran médico: clínica, estudio, investigación, y docencia. Este es el camino para poder desarrollarte en todas tus capacidades, pero si no te gusta la verdad es que es difícil dedicarle el tiempo.
Durante mi formación académica puedo decir que la mayoría del tiempo intenté llegar a “la excelencia académica”. Para llegar a esta meta, usé parte de mi tiempo para estudiar técnicas de estudio y aprendizaje, con el objetivo de aprender de forma más eficiente. En este artículo les voy a compartir exclusivamente los consejos y aprendizajes más importantes sobre las mejores técnicas de aprendizaje. Con estos consejos, yo logré estar dentro de los mejores 10 promedios de mi generación, están basados principalmente en mis experiencias, artículos de psicología cognitiva y cursos sobre aprendizaje. Ya sea que estén cursando la carrera, estudiando para el ENARM, haciendo la residencia o tomando cursos para actualizarte, aquí les compartiré el resumen de los puntos más importantes para aprender de forma más eficiente (profunda, rápida, efectiva).
La mejor forma de aprender algo es dedicarle tiempo diario, varias veces al día y con descansos entre sesiones de aprendizaje. Por ejemplo, si quisieras aprender a tocar la guitarra esto significaría estudiar (ver videos o leer) y tocarla (practicar canciones o técnicas), de forma diaria y varias veces al día. Siguiendo con el ejemplo musical, es más ineficiente y perjudicial para el aprendizaje si el músico intentara sentarse 7 horas continuas sin descansos a estudiar y practicar, y hacer esto dos veces por semana. En cambio, es mejor distribuir el tiempo de aprendizaje y esas 14 horas las podemos distribuir en aproximadamente 2 horas 6 veces por semana. Si tu objetivo es realmente aprender o adquirir una habilidad, sabrás que la segunda opción es mucho más factible (y aparte es mejor para el aprendizaje).
La traducción en la vida médica: suele ser una mala idea intentar estudiar el 80% del contenido justo antes de los exámenes (a parte de que la idea no debería sólo “pasar exámenes”). Este error fue una de las principales razones por la cual empecé a sentir rencor contra el hábito del estudio. Como médico el mejor método de estudio se resume en tener sesiones de lectura activa y hacer exámenes del material previamente estudiado; o tener sesiones de lectura activa y practicar tus habilidades clínicas o quirúrgicas. Es por esta razón que los programas y apps de estudio médico se están enfocando tanto en hacer exámenes de forma repetida, lo hacen porque esta es la mejor forma de aprender.
Otro consejo que les puedo compartir es la acción de memorizar información. Por más que quisiéramos, no es suficiente manejar un entendimiento conceptual sin la parte de memorizar datos clave. Cuando memorizas información, le estás dando a la información un espacio físico en tu cerebro. Al momento de recordar la información, re-activas los circuitos pre-formados (cuando memorizaste) y tienes acceso a la información; si nunca memorizaste la información y tratas de recordar, no se van a activar los circuitos porque estos no se formaron. Traducción a la vida médica: estás en el internado de guardia en la mater y te preguntan por el APGAR, pero no te lo memorizaste… No todo se puede deducir por entendimiento conceptual ¡CHAN, CHAN, CHAN! Y ahí es cuando te regañan y te mandan a estudiar con la amenaza de guardarte si no te lo aprendes.
En la cuestiones de memoria, habemos muchos que nos quedamos con la idea de que tenemos mala memoria. Todos sabemos que el cerebro es como un músculo, mejora su funcionamiento cuando lo usas y lo trabajas. La memoria es igual, es una habilidad que se puede practicar, y la verdad es que es una habilidad que en tiempos contemporáneos se ha ido perdiendo (en parte gracias a la tecnología que remplaza nuestra memoria). Con el celular en la mano, tenemos acceso a cualquier información de forma inmediata, y es un gran privilegio del que gozamos, sin embargo, esta facilidad también hace que el memorizar sea una actividad “opcional”.
Soy creyente de que hoy en día, no es necesario aprender TODO de memoria, pero sí algunas cosas que son importantes en el ámbito clínico/quirúrgico: síndromes, clasificaciones, tablas, algoritmos, esquemas de tratamiento, procedimientos, etc. Si te he convencido de empezar a usar y mejorar tu memoria, te voy a dar dos consejos para sacarle mayor provecho, las mejores técnicas de memorización. El primer consejo, ya lo mencioné previamente, es hacer exámenes. Ejemplo sencillo con el APGAR: primero lees la tabla e intentas memorizarte todos sus contenidos, posteriormente dejas de ver la tabla y puedes repetirla oralmente hasta lo mejor de tus habilidades, después vuelves a ver la tabla e intentas memorizarla y repites los pasos unas 5 veces. Si repites este procedimiento unas 3 veces por día te aseguro que te la aprenderás en menos de una semana. Y el segundo consejo es usar la técnica del Palacio de la Memoria.
El Palacio de la Memoria es una técnica que requiere el uso de tu imaginación para visualizar conceptos. Fue descrito por primera vez en la Grecia Antigua, y se basa en que los humanos gozamos de una excelente memoria espacial. Con esta técnica intentas usar un espacio familiar (tu casa, escuela, lugar de trabajo) y lo llenas de conceptos para memorizarte algo. Ejemplo: Si quieres memorizarte una lista de antibióticos con sus funciones y efectos adversos, puedes imaginarte a estos antibióticos en distintas partes de tu sala o recámara ayudando o perjudicando gente (funciones y efectos adversos). El truco es en hacer escenas memorables, y para esto te recomiendo que te imagines tus conceptos haciendo cosas llamativas o chistosas. Por ejemplo, en el caso del ciprofloxacino podrías imaginártelo cortándole a alguien el tendón de Aquiles mientras está parado sobre la mesa de tu cocina… ¡Lo que sea que te ayude a memorizar!
La última técnica de estudio que les compartiré será la del uso de notas personales. Existen dos formas comunes de hacer anotaciones: 1) lineal, que es decir que escribes principalmente en oraciones completas, o simplemente escribes lo que ves en la presentación de powerpoint, texto o lo que dice el maestro. 2) no lineal, donde se anotan conceptos, ideas, preguntas, dibujos, asociaciones, gráficos, etc. En otras palabras, si yo quisiera darles esta guía en formato linear, se los compartiría así como está en este texto. En cambio, si yo quisiera compartírselos en forma no linear, tendría que convertir este texto en mapas araña, gráficos, imágenes, dibujos, etc. La mejor forma de tomar anotaciones suele ser cuando usas tu propia memoria de trabajo (o tu propio entendimiento en el momento de anotar) para hacer anotaciones, y después regresar a verlas y estudiarlas. Yo les recomiendo que aparte de usar la forma linear de hacer anotaciones, intenten agregar anotaciones no lineares ya que estas suelen ser más rápidas de hacer y evitan que te pongas a escribir todo de forma automática.
Tener anotaciones personales es muy valioso porque estas plasmando y concretizando tus pensamientos. Lo más importante es que las hagas para ti, personales, y por supuesto que las repases varias veces. Así irás creando un repertorio de información valiosa que te ayuda a obtener la información que tú consideras más relevante de forma rápida y personalizada. La alternativa es confiar en tu memoria y dedicar tiempo a la búsqueda de la información que te interesa (en internet o en libros de texto, pero suele tomar más tiempo que ver tus notas).
Todo lo bueno cuesta, en estudio esto se siente como frustración y lo bueno es que es normal y parte de un buen aprendizaje. Cuando más disfrutas cualquier actividad es cuando estás involucrado y la actividad está pidiendo que le pongas esfuerzo. En otras palabras, disfrutamos de los retos. Esto es cierto hasta en los juegos que más disfrutas, si fuera muy fácil se vuelve aburrido, y si está muy difícil no vale la pena intentar. Es normal sentirse abrumado por la carga de estudio, pero todos los caminos empiezan con un sólo paso. El manejo de la frustración en el estudio es la habilidad que te llevará más lejos. En resumen, cuando estudies es normal sentir resistencia y frustración, esto es normal y deseable. Sólo hay que aprender que cuando ya te estás sintiendo francamente abrumado o estresado, ya es mejor dejar de estudiar, despejarse y volver en unos minutos o después en el día. Este tiempo le sirve a tu cerebro a procesar la información y a empezar a formar esos circuitos neuronales.
Independientemente de en qué etapa de tu carrera te encuentras, si eres médico, lo más seguro es que sigues estudiando y aprendiendo. En este artículo te compartí las mejores técnicas de aprendizaje con ejemplos de cómo usarlos en el contexto médico. Se resumen en práctica distribuida, hacer exámenes, memorizar, tener notas personales y manejo de la frustración. Elige los que más te gusten, aplícalos en tu vida diaria y verás que tu aprendizaje mejorará en cuestión de unas semanas.
Excelente artículo.
¡Muchas gracias!
Qué bueno que te gustó Ali, te deseo mucho éxito en tu preparación para el ENARM!